Consejos para instalar autoconsumo en comunidades de vecinos

Consejos para instalar autoconsumo en comunidades de vecinos

La instalación de proyectos de autoconsumo en comunidades de vecinos es cada vez más común y factible. Según los expertos de Samara, la Ley de Propiedad Horizontal ha suavizado el acuerdo vecinal para poder instalar placas solares en el tejado comunitario. La compañía de autoconsumo afirma que pueden suponer un ahorro del 70% de la factura de las zonas comunes, pero también de las viviendas privadas. Aquí van una serie de consejos para conocer las instalaciones posibles y las ayudas e incentivos que se pueden conseguir.

La transición energética está a la orden del día. Durante los dos últimos años, el autoconsumo residencial ha poblado casi 330.000 instalaciones domésticas, según datos de APPA Renovables, sobre todo en viviendas unifamiliares. Pero cada vez se están informando más personas relacionadas con las comunidades de vecinos en edificios en altura, donde reside la mayoría de la población en España.

En el último año, la compañía española de autoconsumo Samara ha detectado desde septiembre un incremento del 28% en la demanda de instalaciones en comunidades de vecinos.

Pero una de las grandes barreras para acercarse al autoconsumo colectivo es comprender las posibilidades y vías existentes para compartir el tejado con los vecinos. En ese sentido, Manel Pujol, cofundador de Samara destaca las diferentes instalaciones en comunidades de vecinos en función de los suministros  que cubren:

  • Instalaciones colectivas para compartir producción entre los vecinos: los vecinos acuerdan realizar una única instalación y se reparten entre estos la energía producida.
  • Instalaciones que cubren el consumo eléctrico del edificio (las denominadas zonas comunes; ascensor, escalera, garaje etc).
  • Instalaciones individuales que cubren el consumo de una vivienda privada: en este caso, la energía producida por la instalación cubre el gasto que realiza el vecino en su propia vivienda. La instalación será en este caso propiedad del vecino que realiza la instalación y será de carácter privativo, no comunitaria. En una comunidad se puede acordar que cada uno de los vecinos realice su propia instalación individual.
  • Combinaciones de las anteriores: siempre que sea posible a nivel logístico y de espacio, se puede realizar una instalación de autoconsumo colectivo para, por ejemplo, dar servicio a los vecinos y también a las zonas comunes.

“Las instalaciones comunitarias requieren de conocimientos distintos y específicos, y nuestro equipo de gestión de autoconsumo colectivo se encarga de facilitar toda la información a los vecinos, gestionar los trámites y acuerdos necesarios para instalar así como de vigilar la correcta puesta en marcha de cualquier instalación vecinal”, destaca el experto.

Por ello, aportan en este artículo las dudas más comunes sobre los proyectos de autoconsumo colectivo.

¿Que aprobación vecinal se necesita?

Uno de los dilemas que pueden venir a la mente de miles de españoles que quieren aprovechar el tejado de su edificio es la necesidad de aprobación comunitaria. “Es importante mencionar que se han suavizado las condiciones para tener luz verde en comunidades, y, en la actualidad, no hace falta unanimidad para instalar autoconsumo comunitario.” señala Manel Pujol.

Las normas de aprobación son diferentes según la naturaleza de la instalación que se pretende llevar a cabo. Para instalaciones que cubran zonas comunes es hoy necesario:

  • El voto favorable de la mayoría simple de los propietarios, siempre que el coste de la instalación repercutido anualmente no supere la cuantía de 12 mensualidades ordinarias de gastos comunes. El coste se calcula una vez descontadas las subvenciones o ayudas públicas.
  • Además, se cuentan como votos a favor los de los propietarios ausentes en junta que han sido informados después de la decisión y no se han opuesto en un plazo de un mes, lo que facilita que los proyectos salgan adelante.

En cuanto a las instalaciones de autoconsumo colectivo, en las que los vecinos se benefician de una única instalación para su consumo:

  • El voto favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad. Los gastos de conservación y mantenimiento de la nueva infraestructura tendrán la consideración de elemento común y deberá ser soportado por los vecinos participantes de la instalación. Cualquier aspecto de la instalación de autoconsumo que no esté regulado explícitamente debe contar con aprobación de la junta de propietarios.

Para instalaciones individuales de uso privativo, (se destina a las viviendas particulares y no participan todos los vecinos), también es necesario el voto favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad.

“La posibilidad de instalar paneles solares es ya una realidad para muchos ciudadanos que residen en pisos. Por suerte, el autoconsumo es cada vez más común en el orden del día de las reuniones y juntas de vecinos, y es que hablamos de ventajas económicas considerables, como un 70% de ahorro respecto a la factura tradicional” señala Manel Pujol. Contar con una compañía que se encargue de todo el proceso y burocracia y asesore a los vecinos es clave para optimizar dicha experiencia.

Ayudas e incentivos: un aliciente para las instalaciones vecinales

La transición energética se ha convertido en un objetivo fundamental de las políticas públicas. En la actualidad, y durante todo 2024, los españoles que se decidan a instalar podrán optar a diversas ayudas e incentivos, también en instalaciones colectivas:

  • Bonificación del IBI y reducción del ICIO. Miles de ayuntamientos españoles aplican este tipo de bonificaciones, que varían en tiempo y cantidad sobre estos impuestos.
  • Deducción del 60% IRPF por rehabilitación energética del edificio. En 2024, los edificios completos que prueben la reducción del consumo de energía primaria no renovable en un 30% o más, o bien haber conseguido una clase energética »A» o »B’, obtendrán una deducción del 60% de IRPF al hacer la declaración de la renta el año que viene.
  • Deducción del 40% de IRPF en viviendas privadas. En el caso de no poder optar a la ayuda como edificio en conjunto, existe la posibilidad de conseguir una deducción del 40% a nivel privado. Esto ocurre cuando, al igual que en el anterior caso, gracias a la instalación nuestra vivienda reduce en al menos un 30% el indicador de consumo de energía no renovable o se consigue una mejora de la calificación energética de la vivienda para obtener una clase energética «A» o «B».
  • Otras ayudas regionales. Además de estos incentivos de carácter nacional, existen varios programas autonómicos que promocionan la transición energética a través del autoconsumo:  Ecovivienda en Andalucía o Ecohabitatge en Cataluña son algunos de ellos. Otras comunidades, como Murcia, optan por una deducción extra del IRPF a la nacional del 10%.

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Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser considerados responsables de las mismas.

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